La
civilización maya habitó una vasta región denominada
Mesoamérica, en el territorio de
América Central, en los territorios actuales de
Guatemala,
Belice,
Honduras ,
El Salvador y en el territorio hoy comprendido por cinco estados del sureste de
México que son,
Campeche,
Chiapas,
Quintana Roo,
Tabasco y
Yucatán, con una
historia de aproximadamente 3.000 años.
Durante ese largo tiempo, en ese territorio se hablaron cientos de dialectos que generan hoy cerca de 44
lenguas mayas diferentes. Hablar de los "antiguos mayas" es referirse a la historia de una de las culturas
mesoamericanas precolombinas más importantes, pues su legado científico y astronómico es mundial. Contrariamente a una creencia muy generalizada, la civilización maya nunca "desapareció". Por lo menos, no por completo, pues sus descendientes aún viven en la región y muchos de ellos hablan alguno de los
idiomas de la familia
mayense.
La literatura maya ilustra la vida de esta cultura. Obras como el
Rabinal Achí, el
Popol Vuh, los diversos libros del
Chilam Balam, son muestra de ello. Lo que sí fue destruido con la conquista es el modelo de
civilización que hasta la llegada de los primeros españoles, había generado tres milenios de historia.
Los
códices mayas son
libros escritos antes de la conquista y muestran algunos rasgos de la
civilización maya. En su escritura se emplean
caracteres jeroglíficos, escritos antes de la conquista y muestran algunos rasgos de la
civilización maya. En su escritura se emplean
caracteres glíficos. Los
códices han sido nombrados tomando como referencia la ciudad en la que se localizan. El
Códice Dresde es considerado el más importante. Los mayas desarrollaron su papel en una era relativamente temprana, hay pruebas arqueológicas del uso de cortezas desde inicios del
siglo V.